Mientras el sol aún brilla caliente en el cielo, los pájaros cantan y la tarde se va difuminando en el fin del año, todos están con sus agradecimientos y deseos para el próximo año por venir.
Sinceramente, este año me dejó mucho por desear, y debo decir que estoy agradecida y satisfecha que esté llegando a su fin, sin tantos rencores ni añoranzas.
Han pasado cosas, ¡y qué cosas!
Cosas malas, sí, siempre las hay, pero también muchas cosas buenas que no debo pasar por alto.
Uno siempre suele pensar en lo que no tiene, o en que le falta algo, o que quiere más de lo que tiene, o que ésto o lo otro.
Pero cuando logramos llegar a donde estamos, mirando atrás por todo el esfuerzo hecho para conseguirlo se desvanece en nuestra memoria la dicha de lo logrado tan rápido que aveces no lo percatamos, y claro, seguimos adelante intentando conseguir más.
Pero sin embargo, trato de no dejarme engañar por el paso del tiempo ni por mi débil memoria y agradezco las cosas buenas que este año me ha traído...
junto con cosas cotidianas, que dan esos pequeños momentos de felicidad que tanto nos llenan. Y muchas cosas que sé que las aprecié en su momento y fueron un agente de cambio en el humor de mi día.
Es por eso, que espero el 2014 con ansias, con esperanzas y deseos. Con ganas de empezar otra vez de cero en algunos aspectos, y mejorar en otros.
El dolor, sufrimiento, tristeza y lágrimas se quedan con el año que pasó, ahí enterradas sin oportunidad de resurgir. Porque dentro de las cosas malas que me trajo el año, sin ellas no hubiera crecido ni me hubiera fortalecido.
He madurado y es por eso que quiero seguir creciendo, llenándome de vida, de pasión por cada acción que haga y cada paso que dé. Porque de eso se trata.
Tengo mi lista de propuestas para este 2014, nada imposible, cosas reales que espero lograr con cada esfuerzo de todos los días, esperando tener voluntad y el propósito de ganármelo, la meta está, el proceso es lo que lo hace divertido.
A todos aquellos que se sientan frustrados con sus vidas, piensen positivamente, es la única manera de revertir la situación. Los buenos pensamientos no cuestan tanto y su recompensa es inmensa. Hagamos una cadena de buenas vibras. La buena voluntad, el amor, el deseo de ir tras algo que uno tanto desea con su corazón nos van a dar una vida más plena si sabemos disfrutar de todo lo bueno y dejar aislado todo lo malo, sin darle lugar a recordarlo todos los días. Enterrarlo y avanzar.
Crezcamos cada vez más fuertes y llenos de luz y hagamos de este mundo un lugar más hermoso en el cual todos podamos vivir sin tanto sufrimiento.
MEGAM
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